Slow Food o Cociña Amodiño
- Galicia
- Gastronomía
- Relais&Châteaux
-
octubre 3, 2020
Fue el filósofo Ludwig Feuerbach quién afirmó que “somos lo que comemos”. Tal vez se quedara corto y se pueda decir que realmente “el mundo es lo que comemos”, pues es el planeta el que nos provee de alimento, y nuestros hábitos alimentarios tienen un fuerte impacto no sólo sobre nuestro organismo, sino también sobre el propio planeta y nuestra sociedad.
Conviene que tomemos conciencia de este impacto y que, en consecuencia, actuemos de manera responsable como consumidores de alimentos, intentando en la medida de lo posible que los que llevamos a nuestro plato sean productos saludables, respetuosos con el medio ambiente, y que impulsen la economía y la cultura de nuestro entorno.
Desde nuestra apertura, ha sido uno de los principios básicos de A Quinta da Auga el promover la cocina de nuestra tierra, el producto de calidad, fresco y natural, así como apoyar a los proveedores locales; y ese es también uno de los pilares de la filosofía de Relais & Châteaux, la asociación internacional de hoteles y restaurantes a la que pertenecemos.
En esta línea, una de las acciones concretas que se realizan es la campaña Food for Change (comida para el cambio) que Relais & Châteaux organiza anualmente en colaboración con la Slow Food International para promover la Slow Food -algo así como comida lenta-, como un buena forma de poner en práctica la responsabilidad en el consumo de alimentos.
Pero… ¿qué es la Slow Food? Pues es, básicamente, lo contrario a la comida rápida; y ésta última, aunque no seamos conscientes, es el tipo de cocina que la mayoría de personas consume en su día a día. Con comida rápida -rápidamente- asociamos exclusivamente determinados platos de ciertas cadenas de restauración o marcas de precocinados, y si no somos consumidores habituales de este tipo de productos, tendemos a creer que la fast food no va con nosotros. Sin embargo, no es así, al menos no del todo, porque la rapidez con la que se mueve nuestra sociedad afecta también a nuestra forma de comer y convierte la comida rápida en nuestra dieta habitual, aunque no probemos una hamburguesa (que, por cierto, no necesariamente es comida rápida). Es raro que alguien planifique su compra o menú, que acuda a un establecimiento en el que tenga una relación de confianza con el tendero para que le asesore adecuada y honestamente acerca de los productos. Solemos comprar de manera compulsiva, prestando más atención a los reclamos -publicitarios- del envase, que al aburrido y poco legible listado de ingredientes. No damos importancia al origen. Asumimos, sin más, el exceso de embalaje, normalmente de plástico. A diferencia de nuestros abuelos, desconocemos las características que diferencian la calidad y la naturalidad del producto. Desconocemos (y renegamos por simples) de las recetas tradicionales. Consideramos normal el comerse una fresa en navidad. Un café es, a veces, nuestro mejor desayuno. Comemos de pie. Cenamos prestando más atención a la televisión o al móvil que al plato.
El Slow food propone un cambio total en esta forma de forma de “mal comer”, volviendo a dedicarle a la alimentación el tiempo y la atención que merece, cuidando la adquisición de la materia prima (volviendo al producto fresco, local y de temporada) la preparación, la elaboración y el disfrute. Lo curioso, además, es que esta filosofía encaja perfectamente con “amodiño”, una de las expresiones más comunes de Galicia y muy descriptiva de nuestro carácter, y que mucho más que despacio, significa también con calma, con mimo, con atención al detalle. Sin tanto anglicismo podríamos llamarle “Cociña Amodiño”
Este año queremos promocionar el millo corvo (maíz cuervo) una variedad de maíz negro con excelentes propiedades y sabor, tradicional en Galicia desde que esta gramínea llegó de América, pero que cuyo cultivo es hoy prácticamente inexistente; razones por las que fue incluido en el prestigioso catálogo de alimentos de la Slow Food Int. el Arca del Gusto.
La empanada de millo corvo, con mejillones o zamburiñas, se ha convertido en una de las especialidades de la cocina dirigida por nuestro Chef Federico López. Este fin de semana, hasta el día 4 de octubre, se podrá degustar esta delicatessen en nuestro Restaurante Filigrana.
Así que ya lo sabemos, amodiño faise o camiño (e se prepara e se desfruta o platiño)