El Camino del Norte o Camino de la Costa es tan antiguo como el Camino Francés, ya los Reyes Europeos la utilizaban para llegar a Santiago en la Edad Media.

Durante la Reconquista y gracias a que el sur recuperó la paz cedió protagonismo. Durante siglos no fue muy utilizada por peregrino, pero gracias al auge de caminar a Santiago ha tomado auge le ha devuelto el protagonismo que merece.

El paisaje y terreno es espectacular, siendo la segunda más larga dentro de la península después de la Ruta de la Plata.

Esta ruta comienza en Irún y recorre toda la costa cantábrica hasta llegar a Ribadeo (primera población gallega) dónde la ruta se aleja de la costa para adentrarse y dirigirse a Santiago de Compostela.

 Junto con la Vía de la Plata y el Camino Portugués es una buena alternativa al Camino Francés si quieres evitar la masificación de esta ruta. Siendo más espiritual y con paisajes más bellos de la costa. No siempre esta Ruta del Norte transcurre a la vera del cantábrico, hay mucho kilómetros de interior en los que cuando menos lo esperas hay repentinas visualizaciones del mar con abruptos acantilados y playas.

 La parte de la ruta que pasa por el País Vasco es muy bonita. Se trata de unas etapas muy montañosas, superando hasta 10 sierras con 300 y 500 metros de altitud. Configurado con valles verdes, zonas boscosas, arroyos, caseríos y costas. Hay una zona especialmente bonita como son los Pasajes de San Juan (Guipúzcoa).

 El paso por Cantabria tampoco tiene desperdicio, aunque hay kilómetros por asfalto, existen uno valles preciosos como Liendo y Güemes, playas como la de Berria, localidades como Castro Urdiales y la magnífica ciudad de Santander.

Más montañoso y rural se presenta el paso por Asturias, con muchos desniveles pero no tanto como el País Vasco. Encontramos pequeñas aldeas con mucho encanto, poblaciones marineras bonitas y acogedoras como Llanes, Luarca o Ribadesella (dónde se celebra la llegada del descenso del Río Sella).

Como decíamos, la llegada a Galicia y a partir de Ribadeo, el Camino del Norte deja atrás la costa para adentrarse en el interior de Galicia. El trayecto vuelve a ser montañoso, como lo fue en el País Vasco, en Gontán hay desniveles de 600-700 metros. El entorno es muy rural, orientado a la ganadería y con muchas pequeñas parroquias repartidas por todo el terreno. Los más interesantes son el monasterio de San Salvador (Lourenzá), el de Sobrado dos Monxes y la catedral de Santa María en Mondoñeso.

Una vez completado el Camino de Santiago y haber redimido todos tus pecados, es seguro que te has ganado un merecido descanso en un sitio que te cuiden con masajes, tratamientos, buenas comida, spa, relax y descanso en plena naturaleza a tan sólo diez minutos de Santiago de Compostela. Todo esto puedes tenerlo en el Hotel A Quinta da Auga. Anímate a caminar y aquí te esperamos!